Resumen: Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, unos 45 millones de estadounidenses siguen fumando, incluso después de una de las campañas de salud pública más intensas de la historia, que dura ya más de 40 años. Cada año mueren unos 438.000 fumadores por enfermedades relacionadas con el tabaco, como cáncer de pulmón y otros tipos de cáncer, trastornos cardiovasculares y enfermedades pulmonares.

Muchos fumadores no pueden -o al menos no quieren- dejar de fumar mediante la abstinencia total de nicotina y tabaco; siguen fumando a pesar de las consecuencias adversas para la salud, que son muy reales y evidentes. Las políticas y programas convencionales para dejar de fumar suelen presentar a los fumadores dos alternativas desagradables: dejarlo o morir. Un tercer enfoque para dejar de fumar, la reducción del daño del tabaco, implica el uso de fuentes alternativas de nicotina, incluidos los modernos productos de tabaco sin combustión. Un importante corpus de investigación, gran parte de él producido en la última década, establece la base científica y médica para la reducción de daños del tabaco mediante el uso de productos de tabaco sin combustión. Este informe proporciona una descripción de los productos de tabaco sin combustión tradicionales y modernos, y de la prevalencia de su consumo en Estados Unidos y Suecia. Revisa las pruebas epidemiológicas de los bajos riesgos para la salud asociados al consumo de tabaco sin combustión, tanto en términos absolutos como en comparación con los riesgos mucho mayores del tabaquismo. El informe también describe las pruebas de que el tabaco sin combustión ha servido como sustituto eficaz de los cigarrillos entre los hombres suecos, que en consecuencia tienen una de las tasas de mortalidad relacionadas con el tabaquismo más bajas del mundo desarrollado. El informe documenta el hecho de que una amplia información errónea sobre los productos ST está ampliamente disponible en fuentes ostensiblemente acreditadas, incluidos los organismos sanitarios gubernamentales y las principales organizaciones sanitarias.

El Consejo Americano para la Ciencia y la Salud cree que el apoyo decidido a la reducción de los daños del tabaco es totalmente coherente con su misión de promover una ciencia sólida en la regulación y en las políticas públicas, y de ayudar a los consumidores a distinguir las amenazas reales para la salud de las afirmaciones espurias sobre la salud. Como documenta este informe, existe una sólida base científica y médica para la reducción del daño del tabaco, y muestra un gran potencial como estrategia de salud pública para ayudar a millones de fumadores.

Palabras claves: CDC, ACSH, Enfermedades relacionadas con el tabaquismo, Abstinencia de nicotina y tabaco, Reducción del daño del tabaco, fuentes alternativas de nicotina, productos de tabaco sin humo, Consejo Estadounidense de Ciencia y Salud, Estrategia de salud pública.